Al momento de publicar esta nota, el mundo entero atraviesa una crisis sanitaria sin antecedentes en la historia. Como consecuencia, empezamos también a vivir una crisis financiera, política y social.
Esta crisis no ha hecho más que confirmar –a través de aciertos y desaciertos que vemos en los noticieros a diario– que el tono del mensaje, su construcción y su mensajero, marcan la diferencia de como nuestros clientes, colaboradores y amigos nos perciben como marcas y humanos.
Como profesionales de la comunicación, aprendimos desde la academia y confirmamos con la experiencia que, al enfrentar una situación crítica, la preparación previa será determinante en las decisiones que tomemos y cómo las transmitimos.
Como especialistas del manejo de crisis, reiteramos nuestra perspectiva y experiencia: en la comunicación no existe una única lógica universal y los contenidos van más allá de la oferta y la demanda.
RECUERDA...
1. Designar y preparar a un vocero.
2. Definir una caja de mensajes para enfrentar la crisis.
3. Mantener una comunicación estable con nuestros clientes/público.
4. Evolucionar ante las nuevas limitaciones/oportunidades.
5. Verificar constantemente la veracidad de la información que manejamos.
La globalización, proceso que terminó de consolidarse en la década pasada, ha transformado las noticias, antes lejanas, en realidades actuales e impactantes que influencian nuestro juicio sobre el trabajo de gobiernos, gerentes y cabezas de familia. Por lo que debemos considerar que nuestras acciones y decisiones, pueden en potencia ser juzgadas o vistas como ejemplo literalmente por todo el mundo. Es también el mejor momento para compartir nuestras ideas y abrir la mente a las del resto.
El final de la crisis puede ser interpretado, siendo un poco pesimista, como el inicio de una nueva crisis, la de volver a una normalidad que sabemos no existe, la de recuperar la confianza manteniendo la distancia. Adaptarse a esta nueva realidad requerirá nuestra mayor preparación, la más cuidada estrategia y la más aguda reacción. Lo bueno, es que tenemos tiempo e información suficientes para prepararnos.
“La gente, allá afuera, no es toda cliente o potencial cliente: es ciudadana, individuo, madre, padre, hijo, etc. Gente que siente, piensa y ve más allá del producto y sus ventajas.”
María José Rodríguez
Directora Binacional
R&B
Al momento de publicar esta nota, el mundo entero atraviesa una crisis sanitaria sin antecedentes en la historia. Como consecuencia, empezamos también a vivir una crisis financiera, política y social.
Esta crisis no ha hecho más que confirmar –a través de aciertos y desaciertos que vemos en los noticieros a diario– que el tono del mensaje, su construcción y su mensajero, marcan la diferencia de como nuestros clientes, colaboradores y amigos nos perciben como marcas y humanos.
Como profesionales de la comunicación, aprendimos desde la academia y confirmamos con la experiencia que, al enfrentar una situación crítica, la preparación previa será determinante en las decisiones que tomemos y cómo las transmitimos.
Como especialistas del manejo de crisis, reiteramos nuestra perspectiva y experiencia: en la comunicación no existe una única lógica universal y los contenidos van más allá de la oferta y la demanda.
RECUERDA...
1. Designar y preparar a un vocero.
2. Definir una caja de mensajes para enfrentar la crisis.
3. Mantener una comunicación estable con nuestros clientes/público.
4. Evolucionar ante las nuevas limitaciones/oportunidades.
5. Verificar constantemente la veracidad de la información que manejamos.
La globalización, proceso que terminó de consolidarse en la década pasada, ha transformado las noticias, antes lejanas, en realidades actuales e impactantes que influencian nuestro juicio sobre el trabajo de gobiernos, gerentes y cabezas de familia. Por lo que debemos considerar que nuestras acciones y decisiones, pueden en potencia ser juzgadas o vistas como ejemplo literalmente por todo el mundo. Es también el mejor momento para compartir nuestras ideas y abrir la mente a las del resto.
El final de la crisis puede ser interpretado, siendo un poco pesimista, como el inicio de una nueva crisis, la de volver a una normalidad que sabemos no existe, la de recuperar la confianza manteniendo la distancia. Adaptarse a esta nueva realidad requerirá nuestra mayor preparación, la más cuidada estrategia y la más aguda reacción. Lo bueno, es que tenemos tiempo e información suficientes para prepararnos.
“La gente, allá afuera, no es toda cliente o potencial cliente: es ciudadana, individuo, madre, padre, hijo, etc. Gente que siente, piensa y ve más allá del producto y sus ventajas.”
María José Rodríguez
Directora Binacional
R&B